LOS JEFES NO ESTÁN PREPARADOS

Eso piensa el 50% de los trabajadores según Randstad. Por ese motivo, las compañías están comenzando a preocuparse por la preparación de directivos de la siguiente generación. La mitad de los trabajadores que podrían convertirse en jefes no quieren hacerlo, ¿por qué? por el estrés, es la respuesta más común, sobre todo entre los mayores de 45 años con muchas posibilidades.

Los jóvenes no suelen buscar trabajo de directivo. Entre las ofertas de empleo que más desean no se encuentra ésta por diferentes motivos, pero la principal es que los profesionales entre 18 y 29 años no se sienten capacitados ni con ganas de enfrentarse a trabajadores problemáticos. Aún así, las causas más generales entre todas las edades es que ser directivo provoca la gestión de una gran cantidad de papeleo administrativo (algo no del todo agradable) y que, en contra de las ventajas que tiene poder contratar a quien se desee, también está el problema de tener que despedir a quien no.

Sin embargo, también existen muchas cosas buenas. Sobre todo en el trabajo ingeniero, la posibilidad de compartir conocimientos y experiencia es algo que atrae a muchos hombres y mujeres sobre los mandos dirigentes. Asimismo, aunque tener demasiada responsabilidad sobre algo tampoco es bueno, cuando vienen éxitos todo el mundo quiere adjudicárselos y ser directivo de una empresa exitosa es una gran motivación para cualquiera, junto con la de tomar decisiones.

Así pues, las mayores dificultades de los puestos directivos son la presión y la responsabilidad de un grupo. No todo el mundo sirve para afrontarlos y lo más importante antes de ocupar un puesto de una envergadura importante es saber hasta dónde llegan los límites de cada uno, pues un directivo débil puede hacer fracasar una empresa aunque ésta tuviera las bases más sólidas y fuertes.

Fuente: www.dobleceroconsultores.com